En el año 2000, los diferentes Estados Miembros acordaron la elección del 26 de abril como el “Día mundial de la Propiedad Intelectual”, coincidiendo con que el 26 de abril de 1970 entró en vigor el Convenio de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). En cuanto a la temática de este año está centrado en poner en valor la participación de las mujeres en el sector, bajo el lema “Las mujeres y la PI: Acelerar la innovación y la creatividad”.
En este sentido, la OMPI ha publicado un artículo destacando como las mujeres han marcado la diferencia en la resolución de conflictos en materia de propiedad intelectual. En relación con los mecanismos alternativos de resolución de controversias (Alternative Dispute Resolution – ADR), como la mediación y el arbitraje, establece que las mujeres han desempeñado un papel importante en el avance de la ADR, tanto como profesionales como defensoras de la diversidad y la inclusión.
En relación con lo anterior, la OMPI ha recopilado el testimonio de expertas de diferentes regiones, industrias y sistemas legales, entre las que se incluye Marisa Castelo – presidenta del Instituto de Derecho de Autor (Instituto Autor) – la cual ha destacado el “Proyecto Mediautor” realizado en colaboración con el Centro de Arbitraje y Mediación de la OMPI. Así mismo, ha puesto en valor el papel de las mujeres en la propiedad intelectual, animando a “todas las mujeres expertas en PI, que son muchas y maravillosas profesionales, a colaborar con este proyecto y postularse para sumarse como mediadoras. El primer paso para acabar con la brecha de género empieza por dar un paso adelante”.
Así mismo, también destacamos las declaraciones de Maria Gabriela Talavera Garcia, directora de la Dirección de Derechos de Propiedad Intelectual de la Corte Suprema de Justicia de Paraguay y colaboradora del Instituto Autor en el “II Foro regional sobre derechos de autor y desarrollo digital, desde la óptica regulatoria”, la cual cree en la importancia de crear conciencia sobre los beneficios de la ADR y brindar una educación accesible para permitir su desarrollo en la propiedad intelectual, a través de la capacitación. Así mismo, ha destacado la implementación de la mediación en la Corte Suprema de Justicia de Paraguay.
Por su parte, María José Arancibia, abogada chilena de Obrador Digital Legal, representante de la Escuela Latinoamericana de Propiedad Intelectual (ELAPI) y colaboradora del Instituto Autor en el “II Foro regional sobre derechos de autor y desarrollo digital, desde la óptica regulatoria”, señala que “si, por ejemplo, tomamos el caso de la invención de patentes o derechos de autor, veremos que las tecnologías asociadas a ellas avanzan a un ritmo vertiginoso, situación que requiere de un sistema de justicia que esté a la altura de los tiempos y que los conflictos legales no se lleven a cabo dentro de un sistema judicial que se creó sin ser consciente de esta realidad. Someter las disputas de PI a un procedimiento de arbitraje o mediación permite garantizar los fines de la justicia y dar una respuesta rápida y de calidad a las partes involucradas.”
Por otro lado, la OMPI también ha destacado la colaboración que mantiene con varias oficinas de Propiedad Intelectual y derechos de autor en diferentes regiones para concienciar sobre las ventajas de la ADR y ofrecer opciones de resolución de controversias en materia de propiedad intelectual y tecnológica.
Fuentes: WIPO (WIPO ADR Stories: How women are making a difference in IP Dispute Resolution).